¡Bienvenida a EmpresariasFelices!
Si estás leyendo estas líneas es probable que ya tengas una empresa en marcha o estés a punto de emprender la gran aventura de convertir tu pasión en un negocio.
Y probablemente también estés buscando la forma de no morir en el intento 😅.
El emprendimiento es un viaje apasionante, lleno de experiencias enriquecedoras, con retos continuos que nos permiten mostrar nuestra parte más brillante y desarrollar todo nuestro potencial mientras cumplimos nuestro propósito de Vida.
Pero también puede ser una fuente de preocupaciones constante, un pozo sin fondo en el que depositamos toda nuestra energía, nuestro tiempo y nuestra vida.
Y la pregunta que a todas nos surge es:
¿Se puede ser una empresaria/emprendedora feliz?
¿Es posible tener un negocio con el que desarrollar mi pasión mientras disfruto de una Vida plena, abundante y feliz?
Puedo asegurarte que no sólo es posible sino que es algo que cualquier mujer con una pasión y un propósito de contribuir positivamente a su comunidad debería experimentar.
Entonces, ¿por qué la mayoría de las mujeres que ponemos en marcha un negocio tenemos muchas dificultades para rentabilizarlo sin invertir todo nuestro tiempo y esfuerzos en él?
Y como en todas las áreas de nuestra vida, la respuesta está en NOSOTRAS
Sé que nos resulta más cómodo echar balones fuera y pensar que la “culpa” la tiene la economía, los hábitos de la comunidad en la que hemos abierto nuestro negocio, etc.
Pero la realidad es que tienen muy poco peso en la marcha de nuestro proyecto. De hecho, seguro que conoces casos de mucho éxito en épocas de crisis económica, o negocios que han prosperado justo al lado de negocios que han tenido que cerrar.
Entonces, ¿Qué determina el éxito o fracaso de una empresa?
En un porcentaje mayoritario los bloqueos de mi proyecto estarán relacionados con mis creencias limitantes y mis miedos, porque mi negocio es una proyección y extensión de mí misma.
Si yo creo que no soy suficiente, que no soy capaz, que no me merezco la abundancia, que el éxito no es para mí, que no soy buena, etc,… no lo seré y no lo tendré.
Y tampoco mi proyecto lo será ni lo tendrá.
Si tengo miedo a no tener éxito, a no tener dinero, a ser rechazada o criticada, a ser una impostora, a no ser una buena madre, hija o esposa, etc… esos miedos me impedirán mostrarme tal y como soy, no tendré confianza en mí misma, no correré riesgos por miedo a fracasar.
Y mi negocio lo mostrará.
A mí me costó más de cuatro años llamar NEGOCIO y EMPRESA a mi emprendimiento.