Existen en nosotras infinidad de creencias que nos dificultan mostrar nuestras habilidades y conocimientos en plenitud.

No soy suficiente, no me lo merezco, nadie me ve, no soy valiosa, no seré capaz, …

Muchas veces no somos conscientes de que siguen con nosotras pero si no me muestro tal y como soy, sin vergüenza ni miedos, es porque alguna de todas ellas aún permanece en mí.

Si a estas creencias forjadas en este Vida les sumamos los recuerdos ancestrales de otras encarnaciones y las lealtades inconscientes a mi familia y a la sociedad a la que pertenezco, la dificultad de ofrecer mis dones y talentos al mundo crece hasta hacerse insostenible.